Somos de las que creemos que el paradigma de pensamiento del “siempre se ha hecho así” es un lastre para avanzar. Y no nos referimos únicamente en cuanto a lo personal, sino también en el mundo profesional y empresarial.
Hay quien se estanca creyendo que debe ser fiel a la “tradición” cuando lo que está haciendo es cerrarse a un cambio que es imprescindible para sobrevivir.
Desde que comenzó la pandemia, hace justo un año, se ha impuesto un cambio en nuestra forma de comportamiento a todos los niveles, desde la forma de relacionarnos con los demás, a la forma de disfrutar el ocio, de comprar o comunicarnos. Es inútil empeñarse en continuar guiándonos por patrones antiguos y utópico creer que “cuando esto pase” las cosas volverán a ser como antes. Sí, antes o después dejaremos de vivir en estado de excepción, pero muchas cosas habrán cambiado para siempre.
En lo que al mundo digital se refiere, la realidad covid ha sido aceleradora de tendencias que empezaban a vislumbrarse o que incluso ya eran muy potentes: compra online, pagos por Bizum, formación y reuniones vía Zoom, etc. Muchas empresas se han visto en la disyuntiva de embarcarse en la digitalización o naufragar definitivamente. Lo que había funcionado durante décadas ya no tiene cabida, o al menos no por sí solo, y el cambio ha venido para quedarse, nos guste o no. La realidad que se impone es incierta y sobre todo cambiante.
Por consiguiente, debemos ser flexibles, pacientes, valientes, no temer al “pruebayerror” y sobre todo, a nuestro modo de ver: no resistirnos al cambio.
Ahora, en el mundo social media, trazamos estrategias fraccionadas y a corto plazo con objetivos a medio plazo, de manera que podamos reconducir los planes y reaccionar ante la realidad de cada momento. No es cuestión de improvisar, sino de proyectar en el presente y en el futuro próximo, ser flexibles y seguir muy de cerca las tendencias y la actualidad, anticipándonos a ella en la medida de lo posible, poniéndonos del lado del cambio en lugar de situarnos en su contra.
El “siempre se ha hecho así” ha quedado reducido a una frase que escuchábamos a nuestros abuelos para referirse a un método bueno, consolidado, insuperable, pero que hoy se ha visto superado por la necesidad de fluir y explorar.
Be water, my friend!
