A menudo nos encontramos con empresas reacias a implementar una estrategia de marketing online para sus negocios. Este hecho nos sorprende ya que, a nuestro modo de ver, es cerrar los ojos a la realidad en la que vivimos: no hay parcela de nuestra vida para la que no busquemos apoyo en el inmenso caudal de información volcado en la red, ya sea desde un dispositivo móvil o de sobremesa. Tanto para conocer opiniones sobre un restaurante en el que pensamos reservar como para llegar a una ubicación o probar una nueva receta. Cada vez más compramos online y no solo a través de la tradicional web con e-commerce sino utilizando plataformas que se integran en otras, como es el caso del Marketplace en Facebook o Instagram. Aprendemos a hacer cualquier cosa imaginable gracias a tutoriales subidos a YouTube y nos relacionamos con otras personas utilizando el móvil tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Y no es una moda: es un nuevo paradigma que ha dado un giro de 180º a la forma en la que el ser humano se relaciona con su entorno.
Uno de los argumentos de los empresarios para rechazar la presencia online de su marca es la siguiente: “No lo necesitamos, en nuestra empresa la rueda gira sola”. Es decir, ¿para qué queremos actualizarnos si lo tenemos todo vendido?
Nosotras te contamos para qué:
– Renovarse o morir, es el sino de toda empresa. Que a tu empresa le haya ido bien durante décadas haciendo lo mismo no quiere decir que le siga yendo bien en el futuro si no es capaz de adaptarse a los cambios de paradigma impuestos por la sociedad digital. No te engañes, las ruedas no giran solas, o si no que se lo digan a entidades como Blackberry, Olivetti, Kodak, Blockbuster, Thomas Cook, Toys R’Us y más recientemente a Círculo de lectores, que no han sabido evolucionar con los tiempos.
– Para no perder el tren. Quien se haya subido antes que tú, te lleva ventaja. Porque las redes sociales dan fruto a medio plazo y tu competencia ya ha comenzado a hacer crecer su comunidad y a consolidar su imagen de marca. También ha tenido más tiempo de experimentar y contrastar qué estrategias le funcionan y cuáles no. ¿A qué esperas?
– Busca a tus potenciales clientes allí donde se encuentran. Las páginas del periódico local ya no son el lugar idóneo para anunciar tus productos o servicios y además, un anuncio en prensa es más caro y menos rentable por su limitada segmentación de la audiencia. Invierte bien cada euro publicitario dirigiéndote de forma personal y directa a tu cliente allí donde está.
– ¿Quieres saber lo que tus clientes piensan de tu marca? Pues abre un perfil social y toma buena nota. Las redes sociales te proporcionan de forma directa y en tiempo real el feedback que necesitas para la mejora continua de tus productos o servicios.
– Te dan miedo las críticas, lo sabemos. Pero no tener redes sociales no significa que no te vayan a criticar, sino solamente que TÚ no te estás enterando de que lo están haciendo y que además no tienes la opción de responder ofreciendo una explicación o una disculpa. ¡Toma el control!
– La imagen lo es todo. Preséntate ante tu audiencia como una empresa del siglo XXI: apuesta por una web bien diseñada y con buena navegabilidad, por unas redes sociales actualizadas y que aporten valor. Si no estás en el mundo digital al 100%, no existes.
– Pon al alcance de tu cliente la información que necesita. Hoy es el usuario el que busca la información a través de los buscadores, plataformas y perfiles sociales. Cuando navegue filtrando un contenido concreto debes estar ahí para ser su opción de preferencia. Si no estás, elegirá a tu competencia y se le gustan sus productos o servicios, rescatarlo después para tu causa será mucho más difícil.
– Vende más. No, no lo harás al día siguiente de abrir un perfil en Instagram y seguramente tampoco al mes siguiente, pero con constancia y estrategia las redes sociales sí incrementarán tu cifra de negocio.
En conclusión, si tienes un proyecto o negocio sea del tamaño que sea, no te quedes atrás, confía en profesionales e implanta ya una estrategia de marketing que te ubique en el mundo real y en el digital. ¿Te ayudamos?